La audición no se pierde de un día para otro, el daño suele ser gradual y, sobre todo al principio, es común que este cambio pase desapercibido.
En la mayoría de los casos, la causa es simplemente la edad. El 12,7% de la población mundial con más de 60 años tiene una pérdida auditiva de grado moderado. Sin embargo, los especialistas han empezado a notar que gente cada vez más joven acude a consultas quejándose de molestias en el oído.
Diversos estudios indican que la pérdida de audición no tratada puede llevar a una disminución de la longevidad, además lleva al aislamiento social y la depresión. Así como es el principal factor de riesgo para la demencia en la mediana edad.
La pérdida de audición es un problema de salud pública que afecta cada vez a más personas en el mundo, según la OMS se prevé que para el 2050, unos 2.500 millones de personas tenga algún grado de pérdida auditiva.
Por lo que se sugiere que las personas con cualquier grado de pérdida de audición utilicen aparatos auditivos, ya que un estudio sugiere que existe una correlación entre los aparatos auditivos y la esperanza de vida, aumentando hasta un 25% en los pacientes que los utilizan con frecuencia.