El 18 de julio, CrowdStrike, una empresa de ciberseguridad, lanzó una actualización de software que resultó ser corrupta, lo que llevó a una interrupción significativa el 19 de julio. Esta falla afectó a aproximadamente 8.5 millones de dispositivos con Windows en todo el mundo, aunque Windows aclara que esto representa menos del 1% del total de máquinas operativas. Este incidente ha sido calificado como uno de los peores fallos en servicios cibernéticos hasta la fecha.
A diferencia de ciberataques anteriores como WannaCry y NotPetya, que involucraron secuestros de datos y rescates, CrowdStrike aclaró que lo ocurrido fue una falla en la actualización de software, no un ataque malicioso. Este evento se compara con un apagón masivo de seis horas que afectó a las redes de Meta en 2021, causado también por un problema en el mantenimiento.
El impacto económico ha sido considerable, con Delta Air Lines reportando la cancelación de más de 600 vuelos, y en total, más de 7,000 vuelos estadounidenses fueron cancelados durante el fin de semana afectado.