Pandemia afecta salud mental de las mujeres
Parece que, aparte del nuevo coronavirus, existen otras amenazas invisibles que ponen en riesgo la salud de las mujeres: la ansiedad y la depresión.
Sí, los hombres también sufren esos trastornos, pero ellas son afectadas de forma especial: según la Organización Mundial de la Salud, las féminas predominan en las tasas de depresión, ansiedad y quejas somáticas.
La primera, en especial, es más persistente en el género femenino, aunque falta información para entender los porqués.
“Hablar de trastornos es hablar de condiciones que afectan el funcionamiento en la vida diaria”, explica la psicoterapeuta Mariel Contreras Sánchez.
Si bien sentir ansiedad es hasta cierto punto normal, al tomar un examen o dar un discurso, por ejemplo, es nociva cuando las preocupaciones son excesivas o interfieren significativamente en la rutina, dejando a la mujer en casa o deteniéndola en el día a día, indica.
“Y la depresión se caracteriza por profunda tristeza, poca energía y sentir que ya nada motiva. Hay desregulación en los niveles bioquímicos del cerebro, en la serotonina y la dopamina, que provoca un bajo nivel de actividad. También hay pensamientos negativos hacia sí misma, el mundo y el futuro. Son creencias autoacusadoras de incompetencia, reproches de que no va a poder y todo le sale mal”, dice.
Existen condicionantes de dichos trastornos que son exclusivos para la población femenina. La depresión postparto, por ejemplo, no es algo que atraviesan los varones. Pero la especialista Contreras Sánchez también apunta a otras causas.
“Veo que mucho del trasfondo tiene que ver con cuestiones de inseguridad, y esa inseguridad puede llegar a ser física y sobre nuestras capacidades. Tenemos una cultura tan arraigada sobre las cuestiones de la estética y la belleza, y veo que eso afecta muchísimo. No conozco a mujer que no se sienta insegura con su cuerpo, por ejemplo. Eso nos lleva a estar constantemente comparándonos, a dudar de nosotras, a sentir que somos inadecuadas”, opina.
La ansiedad y la depresión, continúa, también podrían estar conectadas con los roles que llevan a desigualdades entre los géneros. Ellas, después de todo, aún experimentan la brecha salarial, por mencionar un caso.
“Es cierto que estamos viviendo roles más modernos, pero todavía hay limitaciones que hacen que las mujeres tengan presiones sociales extra, como el pensar que siempre tienen que verse bien, o que sirven para esto, pero no para aquello. De ahí volvemos a las inseguridades sobre las capacidades de las que hablaba”.
La pandemia de COVID-19 vino a cambiar la situación, añade la psicoterapeuta. Y si bien no todo es negativo, hay nuevos retos para el bienestar mental de ellas.
Las mujeres, particularmente las que tienen hijos, adquieren más responsabilidades: en el trabajo, en el hogar y ahora en la educación de los niños. Esto eleva el estrés.
“El poder tener contacto social, que era un factor de prevención en la salud, es algo que hemos perdido. Y otro factor que no podemos negar es que la violencia hacia las mujeres también ha aumentado. Ése es un factor muy importante en la salud mental de ellas que no podemos dejar de mencionar”.
Con información de sandiegouniontribune.
Sí, los hombres también sufren esos trastornos, pero ellas son afectadas de forma especial: según la Organización Mundial de la Salud, las féminas predominan en las tasas de depresión, ansiedad y quejas somáticas.
La primera, en especial, es más persistente en el género femenino, aunque falta información para entender los porqués.
“Hablar de trastornos es hablar de condiciones que afectan el funcionamiento en la vida diaria”, explica la psicoterapeuta Mariel Contreras Sánchez.
Si bien sentir ansiedad es hasta cierto punto normal, al tomar un examen o dar un discurso, por ejemplo, es nociva cuando las preocupaciones son excesivas o interfieren significativamente en la rutina, dejando a la mujer en casa o deteniéndola en el día a día, indica.
“Y la depresión se caracteriza por profunda tristeza, poca energía y sentir que ya nada motiva. Hay desregulación en los niveles bioquímicos del cerebro, en la serotonina y la dopamina, que provoca un bajo nivel de actividad. También hay pensamientos negativos hacia sí misma, el mundo y el futuro. Son creencias autoacusadoras de incompetencia, reproches de que no va a poder y todo le sale mal”, dice.
Existen condicionantes de dichos trastornos que son exclusivos para la población femenina. La depresión postparto, por ejemplo, no es algo que atraviesan los varones. Pero la especialista Contreras Sánchez también apunta a otras causas.
“Veo que mucho del trasfondo tiene que ver con cuestiones de inseguridad, y esa inseguridad puede llegar a ser física y sobre nuestras capacidades. Tenemos una cultura tan arraigada sobre las cuestiones de la estética y la belleza, y veo que eso afecta muchísimo. No conozco a mujer que no se sienta insegura con su cuerpo, por ejemplo. Eso nos lleva a estar constantemente comparándonos, a dudar de nosotras, a sentir que somos inadecuadas”, opina.
La ansiedad y la depresión, continúa, también podrían estar conectadas con los roles que llevan a desigualdades entre los géneros. Ellas, después de todo, aún experimentan la brecha salarial, por mencionar un caso.
“Es cierto que estamos viviendo roles más modernos, pero todavía hay limitaciones que hacen que las mujeres tengan presiones sociales extra, como el pensar que siempre tienen que verse bien, o que sirven para esto, pero no para aquello. De ahí volvemos a las inseguridades sobre las capacidades de las que hablaba”.
La pandemia de COVID-19 vino a cambiar la situación, añade la psicoterapeuta. Y si bien no todo es negativo, hay nuevos retos para el bienestar mental de ellas.
Las mujeres, particularmente las que tienen hijos, adquieren más responsabilidades: en el trabajo, en el hogar y ahora en la educación de los niños. Esto eleva el estrés.
“El poder tener contacto social, que era un factor de prevención en la salud, es algo que hemos perdido. Y otro factor que no podemos negar es que la violencia hacia las mujeres también ha aumentado. Ése es un factor muy importante en la salud mental de ellas que no podemos dejar de mencionar”.
Con información de sandiegouniontribune.
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