La ONU reconoce a peruano transforma el viento en agua
Obtener agua pura a partir de la humedad: este es el nuevo proyecto sostenible por el que la ONU ha reconocido al peruano Max Hidalgo, campeón de la Tierra 2020 por América Latina y el Caribe.
De esta manera, Hidalgo fue reconocido por el Programa de las Naciones Unidas por el Medio Ambiente PNUMA como consecuencia del desarrollo y puesta en funcionamiento de su iniciativa. Pero, ¿de qué se trata el renombrado proyecto?
Yawa es el nombre con el que fue concebido la iniciativa de este joven inventor, la cual consiste en la creación de turbinas eólicas portátiles que condensan el vapor, logrando convertir el viento en agua. Con este proyecto, se posibilitará la recolección de unos 300 litros de agua diarios a partir del procesamiento de la neblina y la humedad.
En efecto, y luego de haberse visto durante décadas afectador por la sequia y la falta de acceso a agua limpia, los habitantes de la región se verían sumamente beneficiados.
Además, esta tecnología fue pensada con el objetivo de contribuir a la economía circular, reduciendo al máximo la utilización del plástico y empleando materiales reciclables en la construcción de la turbina.
“Tenemos que escuchar lo que quieren las comunidades y responder a sus necesidades. Ahí es adonde nos llevan los vientos de la creación”, propone Max.
Desde la ONU se expresaron en reconocimiento a la valiosa labor y plantearon que: “Max Hidalgo es un ejemplo del tipo de ingenio que necesitamos para permitir que las comunidades respondan a la actual emergencia climática. Necesitamos soluciones que sean asequibles y replicables para que las comunidades de bajos ingresos también puedan volverse resilientes al clima”.
De esta manera, Hidalgo fue reconocido por el Programa de las Naciones Unidas por el Medio Ambiente PNUMA como consecuencia del desarrollo y puesta en funcionamiento de su iniciativa. Pero, ¿de qué se trata el renombrado proyecto?
Yawa es el nombre con el que fue concebido la iniciativa de este joven inventor, la cual consiste en la creación de turbinas eólicas portátiles que condensan el vapor, logrando convertir el viento en agua. Con este proyecto, se posibilitará la recolección de unos 300 litros de agua diarios a partir del procesamiento de la neblina y la humedad.
En efecto, y luego de haberse visto durante décadas afectador por la sequia y la falta de acceso a agua limpia, los habitantes de la región se verían sumamente beneficiados.
Además, esta tecnología fue pensada con el objetivo de contribuir a la economía circular, reduciendo al máximo la utilización del plástico y empleando materiales reciclables en la construcción de la turbina.
“Tenemos que escuchar lo que quieren las comunidades y responder a sus necesidades. Ahí es adonde nos llevan los vientos de la creación”, propone Max.
Desde la ONU se expresaron en reconocimiento a la valiosa labor y plantearon que: “Max Hidalgo es un ejemplo del tipo de ingenio que necesitamos para permitir que las comunidades respondan a la actual emergencia climática. Necesitamos soluciones que sean asequibles y replicables para que las comunidades de bajos ingresos también puedan volverse resilientes al clima”.
Comentarios