Fenómeno climático La Niña ha llegado, pero es débil y podría causar menos problemas
El fenómeno de La Niña ha comenzado a manifestarse, aunque con un enfriamiento débil en las aguas del Océano Pacífico, lo que sugiere que no causará los problemas meteorológicos habituales, según los meteorólogos. La Niña, que es el opuesto del conocido El Niño, implica un aumento de temperaturas más frías en el Pacífico ecuatorial central que altera los patrones climáticos globalmente.
La última fase de El Niño concluyó en junio de este año, y la NOAA había anticipado la llegada de La Niña, la cual se ha visto retrasada posiblemente debido a que los océanos globales han estado más cálidos en años recientes. Según Michelle L’Heureux de la NOAA, hay incertidumbre sobre las razones de este retraso, señalando que será objeto de investigación futura.
Generalmente, La Niña en Estados Unidos se asocia con un clima más seco en el sur y el oeste del país, mientras que provoca condiciones más húmedas en regiones como Indonesia, el norte de Australia y el sur de África. Este fenómeno suele aumentar la actividad de huracanes en el Atlántico durante el verano, aunque L’Heureux pronosticó que este evento específico podría perder fuerza antes de la temporada de huracanes.
En contraste, El Niño tiende a provocar más lluvias en Estados Unidos y aumenta las temperaturas globales, mientras que La Niña produce el efecto opuesto. Las sequías asociadas con La Niña han demostrado ser más costosas que los eventos climáticos extremos relacionados con El Niño, y es relevante mencionar que la última fase de La Niña culminó en 2023, tras un inusual periodo de tres años.
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