El experimento llevado a cabo en la Capilla de San Pedro en Lucerna, Suiza, plantea preguntas fascinantes sobre el papel de la inteligencia artificial en la religión y la espiritualidad. Al utilizar un avatar de "Jesús" que interactúa con los visitantes a través de un confesionario, los investigadores han buscado explorar cómo los seres humanos relacionan sus cuestiones más profundas y personales con una máquina capaz de ofrecer respuestas basadas en textos sagrados y principios éticos.
La experiencia parece haber impactado positivamente a los visitantes, quienes encontraron consuelo y reflexión al interactuar con esta forma de inteligencia artificial. Esta iniciativa se sitúa en un contexto más amplio donde la tecnología, especialmente la IA, juega un papel cada vez más importante en las vidas cotidianas de las personas, incluidas sus dimensiones espirituales y religiosas.
Las respuestas generadas por el sistema, basado en GPT-4 y utilizando tecnologías de reconocimiento de voz, ofrecen una reconceptualización de cómo se puede entender la guía espiritual en la era digital. Esto también plantea cuestiones sobre la autenticidad de la conexión espiritual y la naturaleza de la confianza que las personas depositan en una entidad no humana.
El experimento "Deus in Machina" no solo examina la capacidad de la IA para procesar y responder a interrogantes sobre fe y moralidad, sino que también invita a una reflexión profunda sobre las implicaciones éticas y teológicas de utilizar tecnología en la intimidad de la confesión y la búsqueda de respuestas espirituales. Es un recordatorio de que, a medida que la tecnología avanza, también lo hacen las preguntas sobre cómo mantenemos nuestra humanidad en el proceso.