La pandemia, los adolescentes, embarazos y las ETS.

En el 2020, la sociedad vio cómo una pandemia cambió su forma de vivir. El coronavirus y las medidas de aislamiento impactaron en la vida de todas las personas a nivel global.
Para quienes son adolescentes, esta coyuntura los encuentra en una etapa de pleno desarrollo y crecimiento, de transición de la infancia a la edad adulta, con cambios físicos, emocionales y mentales.
En tiempos en que deberían estar yendo a la escuela y compartiendo momentos con sus pares, los adolescentes se adaptaron a una nueva forma de vivir.
A pesar de estar confinados, algunos jóvenes se dieron el “permiso” de salir a visitar amigos, amigas, relaciones y amistades más cercanas sexualmente hablando.
En un lugar donde solo había preocupación por el virus, los jóvenes decidieron no usar protección para evitar las ETS ya que este año subió la taza de personas contagiadas de alguna ETS asi como las mujeres embarazadas.
“Que los jóvenes se crean inmunes es una característica del momento evolutivo que atraviesan que va más allá de esta enfermedad. Viven al filo creyendo que por su propia omnipotencia pueden enfrentar cualquier desafío.
Se trata de una especie de coraza ante su propia impotencia frente a sus verdaderos cambios emocionales”, explicó en diálogo la psicoanalista especialista en niños y adolescentes, Nora Koremblit de Vinacur, ex secretaria del Departamento de Niños de la Asociación Psicoanalítica Argentina y coautora del libro Parentalidades.
“Muchos de los problemas de salud que dependen del ‘cuidado de sí encuentran una particular debilidad en la adolescencia, en relación con lo que son conocidas como ‘conductas de riesgo’. La adolescencia en general, es un período en que el despliegue libidinal en los sujetos logra sentimientos extremos, que oscilan entre momentos de impotencia, duelo y melancolía y por otro lado de manía y omnipotencia”, manifestó consultado por este medio el psicólogo Jorge Catelli MN 19868, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina.

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