El 4 de septiembre, un asteroide de aproximadamente 1 metro de diámetro, conocido como 2024 RW1, entró en la atmósfera terrestre cerca de la costa noroeste de Filipinas, causando un resplandor brillante en el cielo nocturno. El evento fue registrado por Jacqueline Fazekas del Catalina Sky Survey, una iniciativa de investigación de la Universidad de Arizona. La NASA, alertada por esta detección, informó que el asteroide se desintegró al entrar en la atmósfera.
La Agencia Espacial Europea (ESA) mencionó que, a pesar de que miles de meteoros impactan la atmósfera cada día, la mayoría de estos fenómenos no son visibles para el público porque suceden en zonas deshabitadas o durante el día. La visibilidad nocturna permite observar estos eventos, pero muchas personas generalmente están durmiendo, lo que reduce el número de testimonios e imágenes del fenómeno.
Es importante destacar que la detección de asteroides pequeños antes de su impacto es poco común; de hecho, 2024 RW1 es solo el noveno asteroide que se ha identificado con anticipación antes de colisionar con la Tierra, lo que resalta la importancia de los programas de vigilancia del espacio.