Greenpeace, junto con varios colectivos ambientalistas y ciudadanos de Bacalar, ha denunciado a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por una construcción que representa un riesgo para la Laguna de Bacalar, conocida por sus colores distintivos. Las organizaciones han interpuesto una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) para exigir la detención de trabajos de relleno, construcción y dragado que han iniciado desde el 15 de enero en una zona federal de la laguna.
Los denunciantes señalan que hasta el momento ni la Profepa ni la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) han tomado acciones para detener la obra, que está ubicada en una zona crítica junto a un muelle y al patrimonio histórico del Fuerte de San Felipe. Están preocupados por las consecuencias que este proyecto podría tener en el ecosistema local, incluyendo alteraciones en la morfología de la laguna y la biodiversidad, así como posibles daños estructurales al fuerte histórico.
Además, se ha cuestionado la legalidad de la construcción al no haber evidencias de que se cuente con las autorizaciones ambientales necesarias según la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente. Los habitantes han llevado a cabo manifestaciones pacíficas en oposición a la obra, incluida una clausura simbólica de la construcción, para concienciar sobre el impacto ambiental que podría provocar.