En Culiacán, Sinaloa, familiares de Hendrika María Derks Martínez llevaron a cabo una protesta en la sede de la Fiscalía General del Estado (FGE) para exigir justicia por su desaparición, así como la de su hija Kenneth Hendrika y sus dos nietos, Jimmy y Kennay, quienes fueron secuestrados el 22 de marzo en Navolato. Hendrika fue privada de su libertad junto con un hombre cuyo cuerpo fue encontrado al día siguiente.
La marcha comenzó en la Catedral de Culiacán y concluyó en la FGE, donde la fiscal Claudia Zulema Sánchez Kondo recibió a una comitiva, aunque no atendió personalmente a los familiares como ellos lo solicitaban. Yesenia Rojo Carrizoza, activista de Guerreros Azules, expresó su preocupación sobre la posible vinculación del caso con el hecho de que Hendrika es una agente municipal jubilada, y resaltó la gravedad de la desaparición de dos niños, uno de los cuales tiene un trastorno del espectro autista.
Después del secuestro, la FGE anunció que Kenneth Hendrika y sus hijos habían aparecido vivos, pero esta información fue desmentida por la familia. Actualmente, la FGE reporta más de 1,600 personas desaparecidas en 2024, con un alto grado de impunidad en estos casos, ya que ninguno ha sido castigado.