El arresto de Ismael “El Mayo” Zambada García y Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, ha sido considerado un avance significativo en la lucha contra el narcotráfico por parte del presidente Joe Biden, quien atribuyó el éxito a las acciones del Departamento de Justicia de Estados Unidos. En una declaración, Biden destacó que ambos son líderes prominentes del Cártel de Sinaloa y están siendo acusados de dirigir operaciones de manufacturación y distribución de diversas drogas, incluyendo fentanilo, siendo este un flagelo grave en la sociedad estadounidense.
El operativo se llevó a cabo el 25 de octubre cuando ambos narcotraficantes fueron detenidos por agentes de la DEA en el aeropuerto de Santa Teresa, Nuevo México, presumably como parte de una entrega voluntaria. Biden también enfatizó la importancia de responder a la crisis del fentanilo, que ha resultado en numerosas muertes y ha afectado gravemente a muchas familias en Estados Unidos. Concluyó su declaración reiterando el compromiso de su administración para asegurar que los responsables de este problema enfrenten la justicia.
Zambada García enfrenta múltiples cargos relacionados con la exportación de diversas sustancias controladas en varios estados de EE. UU., lo cual resalta la magnitud de las operaciones del Cártel de Sinaloa.