El contexto de la noticia es la oposición de los grupos parlamentarios del PRI y del PAN en la Cámara de Diputados a la declaratoria de constitucionalidad que permitirá el pase de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Ambas bancadas justifican su decisión de no asistir a la sesión programada para el 29 de septiembre, argumentando que esta medida implica una militarización del país, lo cual consideran propio de regímenes autoritarios.
El PAN resalta que no hay urgencia en la aprobación de esta reforma, ya que existe una modificación constitucional anterior que extiende el plazo hasta 2028 para el uso de las fuerzas armadas en funciones de seguridad pública. En el comunicado, el grupo enfatiza la necesidad de que la seguridad pública sea gestionada por civiles y crítica la sobrecarga de responsabilidades a las fuerzas armadas.
Por otro lado, el PRI, a través de su coordinador Rubén Moreira, también se opone a la declaratoria, describiéndola como un "regalo" al presidente López Obrador. Sin embargo, el grupo del PRI sí se presentará a la toma de protesta de la presidenta electa Claudia Sheinbaum el 1 de octubre, asegurando su respeto por los eventos institucionales.
En resumen, el debate central gira en torno a la militarización de funciones de seguridad pública y la evaluación de las implicaciones de este cambio en la estructura del mando de la Guardia Nacional.