La reciente reelección de Alejandro Moreno como dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha generado controversia y tensiones internas, especialmente con la decisión de excluir a Manlio Fabio Beltrones del grupo parlamentario del partido en el Senado. Esta medida ha sido calificada como discriminatoria y mezquina por parte del liderazgo del PRI en Sonora, donde se ha expresado una sensación de traición hacia las bases del partido.
Rogelio Díaz Brown, dirigente del PRI en Sonora, criticó la decisión, argumentando que desatiende el apoyo y la confianza que los sonorenses depositaron en Beltrones. Tanto Díaz Brown como Beltrones consideran que la exclusión es un acto unilateral que contradice los llamados de Moreno a la unidad. Beltrones, a su vez, manifestó su descontento, señalando que su desacuerdo con la dirección actual no debería interpretarse como una amenaza a la unidad del partido, y cuestionó la forma en que Moreno gestiona las disidencias al interior del partido.
Esta situación refleja las divisiones que persisten dentro del PRI, especialmente entre sus figuras más influyentes, y plantea interrogantes sobre la dirección futura del partido en un contexto político en constante cambio.