La historia de Natalia, la chimpancé del Bioparc de Valencia, es un conmovedor recordatorio del vínculo profundo que existe entre las madres y sus crías en el reino animal. Durante siete meses, Natalia mantuvo el cuerpo sin vida de su crío abrazado, lo que generó una fuerte respuesta emocional tanto en los visitantes del zoológico como en las redes sociales. La imagen de su dolor y su amor materno resonó con muchas personas, destacando la capacidad de las especies para enfrentar la pérdida y el luto.
El Bioparc, conocido por su enfoque en recrear hábitats naturales y priorizar el bienestar de los animales, actuó con sensibilidad al permitir que Natalia llevara a cabo su proceso de duelo de forma natural. Según informes, fue un acontecimiento significativo que marcó el segundo duelo de Natalia, quien había perdido a otros bebés en 2018. La decisión de los especialistas de respetar su instinto materno y esperar a que Natalia soltara el cuerpo fue parte de un enfoque más amplio sobre el cuidado de los animales en contextos de duelo.
La liberación final del cuerpo por parte de Natalia permitió a los expertos recuperar al crío para el adecuado manejo de la situación, y simboliza un paso importante en el proceso de duelo de la madre. Este tipo de interacción entre los seres humanos y los animales del zoológico ayuda a crear una conciencia más profunda sobre la vida silvestre y la importancia de la conservación de especies en peligro de extinción, como el chimpancé pan troglodytes verus.