El término apropiación cultural se refiere al acto de tomar o utilizar cosas de una cultura que no es la propia y tomar esos elementos para burlarse o ridiculizar a los propietarios de los elementos de la cultura.
En el medio del espectáculo se ha juzgado a muchos artistas y músicos por aparentar pertenecer a una cultura de la que no son partícipes. Un ejemplo es la acusación a Katy Perry por apropiación de la cultura japonesa por actuar disfrazada de Geisha en los American Music Awards.
En Halloween es muy común que los disfraces tienden a tomar los atuendos de otros grupos, como los disfraces de cholos o indios americanos. Hay muchas personas que siguen pintandose la cara de negro para interpretar papeles de gente de color.
El tomar elementos no siempre es malo, hay artistas que añaden diferentes elementos para completar sus pinturas o piezas musicales. Pero hay una gran brecha entre tomar objetos para enriquecer una obra, tomar los elementos y denigrarlos o usurparlos.
Este es un problema porque principalmente se manifiesta de las personas con poder a grupos minoritarios. la Universidad Brown la define como la pretensión de ser una cultura y utilizar estereotipos para lograrlo.
En el mundo de la moda hay marcas reconocidas que se apropiaron de diseño de comunidades y estas no recibieron ningún tipo de remuneración o reconocimiento. Este fue el caso de los diseños indígenas presentados por Carolina Herrera.
Las costumbres, vestuarios, actitudes y maquillajes son elementos que distinguen entre sí a las culturas, etnias y grupos sociales. Estos simbolizan parte de la historia de cada uno y es una actitud inaceptable tomar estos elementos para utilizarlos con fines de lucro.
La apropiación cultural tiende a ser una actividad racista e irrespetuosa por lo cual no solo se trata de cuestiones estéticas, se trata de una parte importante de una cultura a la que están incautando.

Jireh Acosta, La Inmersion Digital