Teatro/De este lado "Las dos Cassandras"

La obra "Las dos Cassandras", escrita por las autoras canadienses Amy Nostbakken y Norah Sadava, ofrece una exploración profunda y conmovedora sobre la experiencia de la muerte y el proceso de duelo a través de una narrativa que combina texto y teatro físico. La dirección de Nostbakken en la Ciudad de México permite a los espectadores adentrarse en un océano de emociones complejas que surgen ante la pérdida de una madre, sin recurrir a la simple conmiseración.
Lo que destaca en esta obra es su capacidad para representar la lucha interna de los personajes, quienes enfrentan el caos de sus pensamientos y sentimientos en medio del dolor. Al dar vida a diversas facetas de "Cassandra", las actrices Vicky Araico y Majo Pérez no solo crean una representación visual y auditiva cautivadora, sino que también invitan a la audiencia a reflexionar sobre su propia comodidad con la pérdida, el amor y la identidad.
El uso de elementos escénicos como la tina, que simboliza tanto la cercanía a lo doloroso como un espacio de evasión, refuerza la tensión entre lo que se debe hacer y lo que realmente se siente. La obra juega con la presentación de lo trivial y lo profundamente personal, haciendo que cada interacción y cada movimiento cuenten una historia por sí sola. Las Cassandras evitan enfrentarse a la cruda realidad de su viaje a casa de su madre, entreteniéndose en distracciones que reflejan el deseo humano de postergar el dolor.
El cuestionamiento de la protagonista sobre su discurso en el funeral es un punto clave en la narrativa, ya que refleja la incertidumbre que muchos enfrentan al lidiar con la muerte de un ser querido: el deseo de honrar, criticar o incluso descubrir aspectos no resueltos de la relación. Esta ambigüedad da forma a una reflexión sobre la relación madre-hija y cómo las experiencias de la madre influyen en la vida de su hija, revelando patrones de comportamiento y expectativas sociales.
En "Las dos Cassandras", las actuaciones de Araico y Pérez son el corazón de la obra. Su habilidad para alternar entre movimientos físicos, canto y diálogo crea una dinámica vivaz que mantiene al espectador cautivado, mientras la intensidad emocional se despliega de manera orgánica. La obra culmina en un viaje hacia el autoconocimiento, donde las Cassandras buscan no solo hacer las paces con la memoria de su madre, sino también con su propia identidad femenina y las expectativas que llevan consigo.
En resumen, "Las dos Cassandras" es una obra rica y multidimensional que ofrece una ventana a las complejidades del duelo y la búsqueda de la verdad personal, presentada de manera envolvente y poética, logrando resonar profundamente en quienes la presencian.

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