El reciente linchamiento de tres personas en Atzitzihuacán, Puebla, ha suscitado preocupación sobre el aumento de la violencia y la justicia por mano propia en el estado. Hasta la fecha, se han registrado 11 muertes relacionadas con linchamientos en Puebla en lo que va de 2024, lo que marca un incremento notable en comparación con el año anterior, cuando se reportaron cuatro casos fatales.
Javier Aquino Limón, secretario de Gobernación del estado, destacó que aunque ha habido una disminución en los intentos de linchamiento en años recientes, los linchamientos consumados han aumentado en este año. En el caso específico de Atzitzihuacán, un grupo de habitantes retuvo y agredió a tres hombres a quienes acusaron de intentar robar a un niño. Estos hombres fueron posteriormente colgados, lo que evidenció el clima de desesperación y miedo que viven muchas comunidades ante la delincuencia.
Aquino Limón mencionó que las investigaciones están en marcha y que ya se han identificado a individuos que incitaron la violencia. En respuesta a este preocupante fenómeno, la Secretaría de Gobernación propondrá mejorar los protocolos de actuación para las autoridades ante estas situaciones.
El Arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, también se pronunció sobre el trágico suceso, señalando que la respuesta violenta de la comunidad puede ser entendida en el contexto de un agotamiento frente a la criminalidad, el miedo y la sensación de impunidad que prevalece. La situación en Puebla plantea serios desafíos en términos de seguridad y confianza en las instituciones para que se haga justicia sin recurrir a la violencia.