Las aristas del Cervantino durante el primer piso de la 4T (Video)

Mariana Aymerich, en la recta final de su gestión al frente del Festival Internacional Cervantino (FIC), se muestra consciente de los desafíos que presenta la austeridad republicana y la necesidad de adaptación en la organización del festival. En entrevista, reflexiona sobre el proceso de invitación a países y la programación, destacando que estos aspectos han evolucionado con el tiempo y no son tan sencillos como solían ser.
Aymerich menciona que, si bien antes se anunciaban los países y los invitados de honor al finalizar el festival, actualmente esta decisión implica una serie de consideraciones, desde relaciones internacionales hasta realidades económicas, lo que complica el proceso. En la edición 2023, Estados Unidos fue el país invitado a propósito del bicentenario de relaciones bilaterales con México, y aunque algunos programadores se organizaron con cuatro meses de anticipación, ella aclara que las conversaciones comenzaron un año antes y que el tiempo de preparación depende de múltiples factores.
Entre sus logros, Aymerich destaca la reorganización en el sistema de boletos, que ahora evita el regalo indiscriminado de entradas a funcionarios, permitiendo así que más público pueda disfrutar del festival. Igualmente, señala la importancia de diversificar la programación más allá de lo clásico, buscando atraer a un público más amplio y inclusivo al festival. También se refiere a la apertura del Archivo Histórico del FIC, ubicado en la Casa Emma Godoy, que aunque aún está en desarrollo en términos de catalogación, representa un paso importante en la preservación de la historia del festival.
A medida que se aproxima la 52ª edición del FIC, Aymerich se enfrenta a incertidumbres sobre su futuro en el festival, pero su legado incluye esfuerzos por hacer del Cervantino un evento más accesible y relevante para todos los públicos.

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