El mensaje de los obispos de Chiapas y Guatemala destaca la grave situación de violencia que enfrentan las comunidades de la región, convirtiéndolas en un “campo de batalla” donde los grupos criminales dominan. Los obispos denuncian que los hombres son obligados a participar en la defensa de sus territorios, mientras que las familias viven bajo un miedo constante, una realidad que nunca imaginaron.
En su mensaje, los obispos hacen un llamado urgente a los gobiernos de los tres niveles para que escuchen y atiendan las raíces del conflicto y la violencia desatada en la Sierra Madre de Chiapas. Subrayan la importancia de reconocer y honrar a aquellos que han sido mártires en esta lucha por la vida y el territorio, enfatizando el derecho de las comunidades a vivir dignamente.
La apelación no solo es hacia las autoridades, sino también hacia los perpetradores de la violencia, con un fuerte reclamo para que cesen las hostilidades y se reconozca la sacralidad de la vida humana. A través de su declaración, los obispos exhortan a la comunidad y a las autoridades a unirse en un esfuerzo conjunto para desarmar a los grupos violentos que afectan a la población y para trabajar por la justicia y la paz en la región.
Este mensaje refleja la profunda preocupación por el sufrimiento de las comunidades y el llamado a la acción tanto de las autoridades como de la sociedad civil para buscar soluciones efectivas a esta crisis de violencia.