El primer paquete económico de la administración de Claudia Sheinbaum, presentado el 15 de noviembre, proyecta un panorama macroeconómico positivo para México entre 2026 y 2030. Sin embargo, se ha señalado que las estimaciones sobre el Producto Interno Bruto (PIB), el tipo de cambio, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la inflación podrían verse afectadas por factores no considerados por la administración actual.
Según los "Criterios Generales de Política Económica del Paquete Económico", las proyecciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se basan en tendencias previas sin incorporar el impacto de nuevas políticas públicas, como reformas impulsadas por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, que incluyen la eliminación de organismos autónomos y reformas al Poder Judicial. Estas decisiones han incrementado la incertidumbre económica, también advertida por socios comerciales como Estados Unidos y Canadá en el contexto de la renegociación del T-LCAN en 2026.
El peso mexicano había mostrado estabilidad, alcanzando a ser apodado “súper peso”, pero esta situación se deterioró tras el anuncio de López Obrador sobre las reformas de su “Plan C”. Este esfuerzo generó presiones sobre la divisa, que también ha sido afectada por factores externos, como las elecciones en Estados Unidos, donde Donald Trump había amenazado con imponer tarifas a productos mexicanos.
De acuerdo con las cifras de Hacienda, se espera que el tipo de cambio nominal cierre este año en 19.7 pesos por dólar, con una previsión de que alcance 18 pesos en 2026 y 18.7 para 2030, lo que indica un cambio modesto y una incapacidad para regresar a los 16.9 pesos por dólar de fines de 2023. Asimismo, la calificación crediticia de México fue ajustada a negativa por la firma Moody’s, reflejando preocupaciones sobre la solidez institucional y los resultados económicos.