FDA prohíbe el uso de gel antibacterial mexicano

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos

FDA

puso una etiqueta de alerta a todos los desinfectantes de manos a base de alcohol de importación mexicana dentro de el territorio estadounidense para ayudar a detener los productos que parecen violar las regulaciones sanitarias de ese país.
Detectaron un gran aumento en los productos desinfectantes para manos de México que fueron etiquetados para contener etanol

conocido como alcohol etílico

pero dieron positivo en contaminación por metanol, que es una sustancia tóxica cuando se absorbe a través de la piel y puede ser mortal si se ingiere, por eso no es un ingrediente aceptable en desinfectantes para manos u otros medicamentos.
Los análisis de la FDA encontraron que 84% de las muestras analizadas por la agencia desde abril hasta diciembre de 2020 no cumplían con las regulaciones de la FDA, más de la mitad de las muestras contenían ingredientes tóxicos, incluido metanol y /o 1-propanol, en niveles peligrosos.
En la mayoría de los casos, el metanol no aparece como ingrediente en la etiqueta del producto.
Bajo la alerta de importación, los desinfectantes de manos a base de alcohol de México que se ofrecen para la importación están sujetos a un mayor escrutinio de la FDA, y el personal de la FDA puede detener el envío.
Esta es la primera vez que la FDA emite una alerta de importación en todo el país para cualquier categoría de producto farmacéutico.
El uso de desinfectantes de manos por parte de los consumidores ha aumentado significativamente durante la pandemia de coronavirus, especialmente cuando no se puede acceder al agua y al jabón, y no se tolerará la disponibilidad de productos de mala calidad con ingredientes peligrosos e inaceptables, dijo Judy McMeekin, comisionado asociado de Asuntos Regulatorios de la FDA.
“Las acciones de hoy son necesarias para proteger el suministro seguro de desinfectantes para manos a base de alcohol. Continuaremos trabajando con nuestras partes interesadas para garantizar la disponibilidad de productos seguros y para comunicar información vital teniendo en cuenta la salud y la seguridad de los consumidores estadounidenses.

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