El caso de Aldo Mauricio Martínez Hernández ha generado una considerable atención mediática y ha sacado a la luz preocupantes situaciones de violencia de género y acoso sexual. La detención del exdiputado y director de Asuntos Municipales del gobierno de Coahuila se produjo tras un aparente episodio de violencia en su domicilio, donde supuestamente golpeó a su esposa tras llegar en estado de ebriedad. Esta situación llevó a la víctima a buscar ayuda, encontrando apoyo en sus vecinos, quienes alertaron a las autoridades.
Además de las acusaciones de violencia familiar, Martínez Hernández enfrenta una denuncia adicional por acoso sexual presentada por una joven menor de edad, quien ha señalado que recibió mensajes inapropiados por parte del acusado en su calidad de catedrático, solicitándole fotografías a cambio de mejorar su calificación.
Durante la audiencia inicial relacionada con el caso de violencia familiar, se estableció un plazo de investigación de tres meses, y la jueza dictó prisión preventiva. Este tipo de medida refleja la gravedad de las acusaciones y busca garantizar la seguridad de la víctima y la integridad del proceso judicial.
El proceso judicial continuará, y se llevará a cabo una audiencia de revisión de la medida cautelar, donde la defensa de Martínez Hernández intentará argumentar a favor de su liberación mientras se desarrolla la investigación. Este caso pone en evidencia la importancia de tomar en serio las denuncias de violencia de género y acoso en el ámbito educativo y familiar en México.