El artículo refleja la indignación de colectivos de familiares de personas desaparecidas en México hacia la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, tras su declaración sobre el fenómeno de las desapariciones en el país. Los grupos de víctimas han manifestado su desencanto por la exclusión de sus voces en la estrategia gubernamental para abordar esta crisis, señalando que la Ley General en Materia de Desaparición Forzada y otras normativas ya contemplan la participación de los familiares en el diseño de políticas.
Además, critican la falta de apoyo político y presupuestal para implementar las instituciones creadas en respuesta a la crisis de desapariciones, lo que ha sido una constante en los últimos gobiernos. Resaltan que, a pesar de los esfuerzos realizados durante más de 15 años, la situación ha empeorado, con un aumento en el número de desaparecidos y una acumulación de cuerpos no identificados. Los grupos enfatizan que el Estado debe asumir su responsabilidad en esta crisis y destacan la importancia de las recomendaciones de organismos internacionales que aún no han sido atendidas.
La falta de diálogo con las familias de las víctimas y la percepción de un desconocimiento profundo de la problemática por parte de Sheinbaum generan preocupación sobre la eficacia de la estrategia presentada, señalando que la verdadera solución implica un compromiso serio y una voluntad de hacer frente a la corrupción y la impunidad que favorecen las desapariciones en el país.