Rubén Rocha Moya rinde su tercer informe protegido por tres anillos de seguridad
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, llegó al Congreso de Sinaloa en un contexto marcado por la violencia del crimen organizado, especialmente en la capital del estado. Mientras su evento se desarrollaba bajo estrictas medidas de seguridad, Culiacán vivió un enfrentamiento violento en la colonia Alturas del Sur, lo que resultó en una grave situación de seguridad y el cierre temporal de varias vías de la ciudad.
Este suceso se produjo tras un período de 80 días en los que Sinaloa registró 503 homicidios, en medio de la lucha interna entre las facciones del crimen organizado, específicamente entre los grupos de los Chapitos y la Mayiza, que han estado enfrentándose desde el 9 de septiembre. En su discurso, el gobernador enfatizó su compromiso con la seguridad en el estado, prometiendo devolver la paz a los sinaloenses.
Rocha también aprovechó la ocasión para cerrar filas con antiguos adversarios políticos, como la familia Cuén Díaz y el rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Jesús Madueña Molina, a quien había destituido previamente. La restauración de Madueña en su cargo se dio justo antes del evento, un movimiento que podría indicar una intención de unidad y cohesión política.
Además, el gobernador recordó a Héctor Melesio Cuén Ojeda, un político con quien tuvo rivalidades, ofreciendo su solidaridad a la familia del fallecido, en un acto que podría interpretarse como un intento de reconciliación política en medio de un panorama social tenso.
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