Padres de estudiantes de cine desaparecidos rechazan la “verdad histórica”; exigen su búsqueda

El caso de la desaparición de Marco, Daniel y Salomón ha dejado una huella profunda en la sociedad de Guadalajara, Jalisco, y representa un símbolo de la lucha contra la impunidad en México. La creación de La Glorieta de las y los Desaparecidos es un claro testimonio de la necesidad de visibilizar y buscar justicia por aquellos que han sido víctimas de la violencia y la falta de acción de las autoridades.
Las familias de los desaparecidos continúan presionando por respuestas, rechazando la versión oficial que afirma que sus seres queridos fueron asesinados y sus restos disueltos. A pesar de que un juez rebatió esta narrativa en 2024 por la falta de pruebas firmes, el dolor y la incertidumbre persisten entre los familiares. Ellos han denunciado de manera categórica la ineficacia de la Fiscalía General de la República en la investigación desde su inicio, lo que ha llevado a un estancamiento en la búsqueda de justicia y verdad.
Las declaraciones de los padres reflejan un sentimiento común entre muchas familias de desaparecidos en México: una profunda decepción y frustración con un sistema que parece no responder adecuadamente a sus necesidades y sufrimientos. Virginia García, madre de Daniel, expresa el sentimiento de que, si las autoridades hubieran actuado correctamente desde el principio, puede que sus hijos estuvieran con ellos hoy.
A medida que se cumple un nuevo aniversario de estas desapariciones, los padres y las comunidades afectadas continúan organizándose y exigiendo no solo justicia, sino también un cambio en la manera en que las autoridades gestionan casos de desaparecidos, pidiendo que se les busque con vida y que se tomen en serio las evidencias que pueden conducir a la verdad sobre lo sucedido.

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