La violencia en Michoacán ha cobrado recientemente la vida de importantes figuras locales, destacando el asesinato de Aurelio Santos Contreras, expresidente municipal de Cotija de la Paz, y de Lizbeth Estela Romero Tafolla, directora de Seguridad Pública de Angamacutiro. Estos ataques han generado alarma y preocupación en la región.
Aurelio Santos, quien había ocupado el puesto de alcalde por Morena y que había postulado nuevamente como candidato del PRD, fue asesinado en un ataque a balazos cerca del Colegio de Bachilleres en Cotija. Según informes, fue emboscado cuando salía de su domicilio en el centro de la ciudad. La Fiscalía General del Estado (FGE) ha iniciado investigaciones al respecto, aunque hasta el momento no se han reportado detenciones relacionadas con el caso.
Por otro lado, Lizbeth Estela Romero Tafolla fue asesinada en su residencia por disparos. La FGE ha enviado personal al lugar para investigar las circunstancias de su muerte.
La violencia en Cotija no es un fenómeno nuevo; el año pasado, la alcaldesa Yolanda Sánchez fue secuestrada, liberada y posteriormente asesinada tras las elecciones. Estos actos de violencia han generado un ambiente de inseguridad y temor entre la población local, así como en las autoridades gubernamentales.