La situación de seguridad en Sonora, particularmente en San Luis Río Colorado, refleja un grave aumento en la violencia y los delitos relacionados con el crimen organizado, atribuible en parte a una reconfiguración del Cártel de Sinaloa. Esta reestructuración ha llevado a un incremento alarmante en los homicidios dolosos y desapariciones. En respuesta, las autoridades estatales han implementado un Mando Único Policial para reforzar la seguridad en la región.
Las estadísticas son preocupantes: se reportaron 12 desapariciones en 2022, cifra que se disparó a 27 en lo que va de 2023, y el total de desapariciones en el estado ha aumentado drásticamente, de 317 en el año pasado a 691 en el presente, evidenciando una escalofriante tendencia. Es notable que este aumento se ha acentuado post elecciones, con 498 casos registrados entre junio y septiembre de 2023.
Antonio de Jesús Barragán Bórquez, sociólogo especializado en el tema, señala que la desaparición de personas no es un fenómeno nuevo, sino el resultado de prácticas arraigadas en las corporaciones policiales a lo largo de la historia, que se remontan a la Guerra Sucia de las décadas de 1960 y 1970. La militarización y la corrupción dentro de las fuerzas de seguridad han permitido que estas prácticas se perpetúen y se entrelacen con el crimen organizado.
En términos de homicidios, San Luis Río Colorado también ha visto un aumento significativo, con un incremento del 43% en comparación con el primer semestre del año anterior, alcanzando un total de 117 crímenes según datos oficiales. Este contexto de violencia en Sonora subraya la complejidad de la situación de seguridad y las repercusiones de las redes criminales en la vida cotidiana de sus habitantes.