Las acusaciones presentadas por Scarlett Pavlovich contra Neil Gaiman y Amanda Palmer han generado gran atención en los medios. Pavlovich, quien se identificó públicamente, alega haber sido víctima de agresiones sexuales por parte de Gaiman mientras trabajaba para la pareja.
Según las demandas, Pavlovich, que se encontraba en una situación precaria, fue invitada a vivir con Gaiman y Palmer en 2020, lo que la llevó a convertirse en niñera de su hijo. Se alega que las agresiones comenzaron poco después de su llegada en febrero de 2022 y continuaron mientras ella permanecía con la pareja, en parte debido a su dependencia económica y a la promesa de apoyo en su carrera como escritora por parte de Gaiman.
Además, Pavlovich afirma que, al compartir sus experiencias con Palmer, esta le reveló que otras mujeres también habían denunciado situaciones similares contra Gaiman. Este desarrollo añade un contexto inquietante a las acusaciones, subrayando un patrón de conducta que, según Pavlovich, se extendía más allá de su propia experiencia.
Las demandas fueron presentadas en tribunales federales de Wisconsin, Massachusetts y Nueva York, y se espera que generen un proceso legal significativo tanto para Gaiman y Palmer como para la protección de los derechos de las personas que alegan haber sufrido abusos. La situación es compleja y resalta la importancia de abordar las denuncias de agresión sexual con seriedad y consideración.