En una reciente conferencia, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, destacó la identificación de productos que actualmente se importan de China y que pueden ser producidos en América del Norte, específicamente en México, Estados Unidos y Canadá. Este esfuerzo, según López Obrador, abordaría la estrategia conocida como "nearshoring", aunque él afirmó que la idea original provino de un "Plan México".
El secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, agregó que si se lograra sustituir solo el 10% de las importaciones chinas por producción en América del Norte, esto podría traducirse en un aumento significativo en el Producto Interno Bruto (PIB) de los tres países: 1.4% en México, 0.8% en Estados Unidos y 0.2% en Canadá. Este cambio también generaría un impacto positivo en el mercado laboral, creando 560 mil empleos en México, 600 mil en Estados Unidos y 150 mil en Canadá.
Ramírez de la O mencionó que todos los productos relevantes están en la cadena de manufactura, haciendo hincapié en sectores clave como equipo médico, productos farmacéuticos, electrónicos, metal-mecánicos y partes automotrices. Además, el secretario afirmó que la administración cerrará este sexenio con un nivel de deuda del 48.6% del PIB, lo que se considera manejable y mejor que en otros países.
Finalmente, resaltó que la sostenibilidad de las finanzas públicas y la estabilidad de la deuda son pilares fundamentales de la transformación económica que se busca en el país.