Nueva estrategia de seguridad de Sheinbaum, parecida a la de Calderón: expertos

La extradición reciente de 29 capos del narcotráfico a Estados Unidos marca un cambio significativo en la política de seguridad del gobierno de Claudia Sheinbaum, distanciándose de la estrategia de "abrazos, no balazos" implementada por su antecesor, Andrés Manuel López Obrador. Expertos en crimen organizado han destacado que estas acciones, además de ser una respuesta a las presiones del gobierno estadounidense, reflejan un giro radical en la política de confrontación con el crimen organizado.
Armando Vargas, coordinador del Programa de Seguridad de México Evalúa, enfatiza que las extradiciones se suman a otras acciones como el aumento en las capturas de delincuentes y los decomisos de droga, indicando que el enfoque de "abrazos, no balazos" ha quedo atrás. Sheinbaum misma ha proporcionado datos que muestran una drástica mejora en la efectividad de las operaciones contra el crimen, con un notable aumento en la detención de delincuentes y el aseguramiento de sustancias peligrosas como el fentanilo.
Los informes indican que en los primeros cuatro meses de su administración, las detenciones de "objetivos de alto valor" se duplicaron en comparación con los últimos meses del gobierno de López Obrador, y que las acciones de las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional contra grupos criminales se incrementaron drásticamente.
Este cambio en la estrategia de seguridad representa un reexamen de la relación del gobierno mexicano con el crimen organizado y un enfoque más agresivo en el combate a la delincuencia. Varios analistas sugieren que, a futuro, esto podría llevar a la entrega de "narcopolíticos" a las autoridades estadounidenses, hasta ahora una práctica poco común en la política mexicana.

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