Renuncia directora de la Universidad de la Salud tras 18 días de protestas de estudiantes

La renuncia de Lilia Elena Monroy Ramírez de Arellano como directora general de la Universidad de la Salud (UNISA) se produce en el contexto de un paro de 18 días por parte de los estudiantes, quienes han expresado diversas quejas que incluyen acusaciones de autoritarismo, nepotismo y corrupción. La protesta, que reunió a decenas de estudiantes, tuvo lugar en varios puntos de la ciudad, incluyendo la Secretaría de Educación, Ciencia y Tecnología, donde exigieron la destitución de la ahora exdirectora.
Las demandas de los estudiantes se centraron en una presunta malversación de fondos por un monto de 15 millones de pesos y la preocupación por la contratación de familiares y amigos en posiciones de poder dentro de la universidad, lo que se califica como nepotismo. En particular, se mencionó la colocación de su yerno en un cargo clave a pesar de su falta de cédula profesional.
Las pancartas exhibidas durante las manifestaciones reflejaron una crítica no solo a Monroy Ramírez de Arellano, sino también al jefe de gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, acusándolo de proteger la corrupción. Los estudiantes también enfatizaron su lucha por una educación de calidad, solicitando una mayor cantidad de docentes y un entorno seguro dentro de la institución.
La UNISA fue creada en 2020 como un proyecto destacado de la actual administración y su crisis actual pone de relieve los desafíos de gobernanza y la necesidad de abordar las preocupaciones de la comunidad estudiantil para asegurar el correcto funcionamiento de la institución.

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