Decenas de policías municipales de Puebla se Declararon en paro tras el asesinato de dos de sus compañeros, Alejandro Osorio y Edgar Jesús Popoca, que fueron ejecutados mientras estaban dentro de una patrulla en la colonia Del Valle de la capital. Durante su protesta, que tuvo lugar en el Complejo de Seguridad Municipal, los uniformados exigieron la destitución de Fernando Rosales Solís, el titular de la corporación.
Los policías, al grito de “fuera Rosales, fuera Rosales”, expresaron su descontento durante una reunión con el alcalde José Chedraui Budib. Después de la reunión, el alcalde informó que Rosales Solís quedaría suspendido de manera provisional, y que se llevaría a cabo otra reunión el 4 de marzo para discutir su permanencia en el cargo. Sin embargo, los policías protestantes manifestaron su insatisfacción con los resultados, indicando que el problema no se limitaba solo a Rosales Solís, sino que también incluía a otros mandos a quienes acusan de abusos de autoridad y corrupción.
El paro comenzó en la noche del sábado tras el ataque a sus compañeros, y los manifestantes también denunciaron que, en el momento del ataque, habían recibido instrucciones de no acudir al lugar por parte del subsecretario de Operatividad Policial, Gustavo Alonso González Zapata. A pesar de que se acordó que los policías regresarían a sus labores el lunes 3 de marzo, mostraron su descontento por la falta de acciones concretas en su protesta.