La agencia calificadora Moody’s Ratings ha decidido cambiar la perspectiva del sistema bancario mexicano de positiva a negativa, principalmente a causa de las tensiones arancelarias con Estados Unidos y una desaceleración económica prevista para el 2025. A pesar de que los fundamentos de los bancos son sólidos, Moody’s anticipa un crecimiento económico muy limitado, del 0.7%, debido a una reducción en el gasto público, cambios institucionales y la incertidumbre en la relación comercial con EE.UU.
Moody's también señaló que la capacidad del gobierno mexicano para brindar apoyo a este sistema se está deteriorando, lo cual podría afectar los resultados fiscales y económicos del país. La calificadora menciona específicamente cambios en el marco institucional, como las reformas al Poder Judicial y modificaciones en las entidades reguladoras, que han contribuido a una moderación en la expectativa de crecimiento económico.
Las posibles tarifas arancelarias que planteó la administración de Donald Trump podrían impactar negativamente sectores clave de la economía mexicana, incluyendo la industria automotriz y manufacturera. Esto puede resultar en una depreciación del peso y un aumento de la inflación, lo que a su vez limitaría la reducción de tasas de interés y la demanda de préstamos.
Moody's anticipa que la inestabilidad en las exportaciones, tipo de cambio e inflación disminuirá el apetito de riesgo de los bancos en 2025. Además, aunque los estándares de originación de préstamos son prudentes, se espera un aumento en los índices de préstamos morosos a medida que los préstamos de consumo maduran, eludiendo un contexto de crecimiento moderado en la cartera de créditos.