La embajada de Estados Unidos en México ha informado que desde la toma de posesión de Donald Trump se han deportado a mil 650 mexicanos a través de 14 vuelos de expulsión. El objetivo de estas deportaciones es hacer que regresar a la frontera sea más difícil para los migrantes. Esta política está alineada con el enfoque antimigrante del gobierno de Trump, enfatizando que cualquier cruce ilegal será severamente penalizado, con la amenaza de deportaciones inmediatas y permanentes.
La embajada también destacó que el Departamento de Seguridad Interna (DHS) está llevando a cabo deportaciones a áreas al sur de México, cerca de la frontera con Guatemala. Se dejó clara la postura de que entrar ilegalmente a Estados Unidos no debe ser visto como un proceso que permita múltiples intentos; ser deportado es un resultado definitivo.
Este anuncio coincide con el inicio de negociaciones entre el gobierno de Claudia Sheinbaum y funcionarios de la administración de Trump, en las que se discutirán diversos temas, incluyendo comercio, migración y la lucha contra el tráfico de drogas, en un contexto donde también se mencionan posibles aranceles a las importaciones mexicanas.