La ruptura entre las facciones de Ismael 'el Mayo' Zambada y 'Los Chapitos' en el Cártel de Sinaloa está generando un reacomodo significativo entre grupos criminales en Michoacán, según un diagnóstico del Observatorio de Seguridad Humana de la Región de Apatzingán (OSHRA). Esta situación sugiere que Michoacán debe ser considerado no solo como un escenario de conflictos locales, sino como un territorio en disputa entre entidades criminales más grandes, con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) aumentando su influencia en la región.
El OSHRA prevé que esta dinámica podría llevar a una alianza entre el CJNG y miembros de la llamada *Chapiza* en su lucha contra los grupos de *Mayiza*, lo que marcaría un cambio importante en el panorama del crimen organizado en Michoacán. Desde su fundación en 2018, el OSHRA se ha enfocado en estudiar aspectos de seguridad, violencia y derechos humanos en la región de Tierra Caliente, proporcionando análisis sobre la evolución de estas organizaciones criminales.
El informe detalla que el CJNG ha demostrado una notable capacidad para formar alianzas estratégicas. Desde su incursión en Michoacán entre 2019 y 2020, se han formado los Cárteles Unidos, que inicialmente tenían la misión de enfrentar al CJNG. Sin embargo, con el tiempo, algunos de estos grupos, como *Los Viagras*, han cambiado su postura y se han aliado al CJNG contra otros actores delictivos, como los Caballeros Templarios.
Este contexto sugiere que el CJNG podría buscar integrar a los Chapitos en su estructura, ya que estos últimos podrían tener dificultades para operar de manera independiente contra la consolidada facción de los Mayos, quienes han mantenido el control sobre el tráfico de drogas desde Michoacán hacia Estados Unidos en los últimos años.