En asamblea de la ONU, canciller Bárcena pone a la 4T como ejemplo de “una verdadera democracia”

La reciente asamblea general de la ONU en Nueva York se convirtió en un escenario para que líderes progresistas se unieran en defensa de la democracia frente a la amenaza de extremismos y desinformación. Convocada por Luiz Inácio Lula da Silva y Pedro Sánchez, la reunión incluyó intervenciones de varias figuras prominentes, entre ellas Justin Trudeau, Gabriel Boric, y la canciller mexicana Alicia Bárcena, en representación de Andrés Manuel López Obrador.
Lula da Silva ofreció una visión sombría de la situación democrática global, mencionando eventos significativos como los asaltos a los capitolios en Brasil y Estados Unidos. Expresó la necesidad de redescubrir la esencia de la democracia, enfatizando la importancia de escuchar a los movimientos sociales. Por su parte, Sánchez subrayó que los adversarios de la democracia son influenciados por la desigualdad y promueven discursos de odio, planteando la urgencia de una respuesta global ante lo que describió como una "ola reaccionaria".
Gabriel Boric, el presidente de Chile, abogó por la defensa de principios universales de derechos humanos, sin importar el trasfondo ideológico de quienes los violan. Enfatizó que temas como el patriotismo y la identidad deben ser abordados con enfoques progresistas, en lugar de abandonarlos a la extrema derecha.
Desde México, Alicia Bárcena alertó sobre el peligro de las corrientes extremistas y la instrumentalización de la justicia para deslegitimar la política, defendiendo al mismo tiempo la Cuarta Transformación de López Obrador como un modelo de democracia auténtica. En resumen, la asamblea sirvió como un llamado a la unidad entre gobiernos progresistas para combatir las amenazas a la democracia en un contexto global cada vez más complicado.

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