Manuel Gómez Morín, consejero nacional del PAN y nieto del fundador del partido, ha expresado su preocupación por la situación actual del PAN, señalando que la organización política ha contribuido indirectamente al éxito de Morena en las elecciones generales recientes. En una entrevista con Proceso, Gómez Morín argumenta que el PAN enfrenta una crisis profunda que no solo podría llevarlo a perder su registro oficial, sino que también podría transformarlo en un "partido-negocio", similar a lo que ha ocurrido con el Partido Verde Ecologista y Movimiento Ciudadano.
Critica a los actuales líderes del PAN, como Marko Cortés, Santiago Creel y Ricardo Anaya, acusándolos de tener el control sobre el partido y de llevar a cabo prácticas que priorizan intereses personales y financieros por encima de la militancia y los principios fundacionales del PAN, que se basan en la democracia cristiana. En particular, Gómez Morín muestra su desacuerdo con la candidatura de Jorge Romero para presidir el Comité Ejecutivo Nacional del PAN, considerando que su apoyo proviene de figuras cuestionadas y que su liderazgo podría perjudicar aún más al partido.
Su crítica se centra en la percepción de que la actual estrategia del PAN está alineada con un modelo de negocio que prioriza la acumulación de poder y recursos, en lugar de construir una base sólida de militancia y valores. Gómez Morín advierte que este camino podría desvirtuar totalmente la esencia del partido fundado por su abuelo.