La economía estadounidense mostró un crecimiento robusto en el tercer trimestre de 2023, con una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) del 3.1% a tasa anual entre julio y septiembre, según una revisión del Departamento de Comercio. Este aumento se debió principalmente a un fuerte gasto del consumidor, que representa alrededor de dos tercios de la actividad económica nacional, creciendo al 3.7%, el ritmo más alto desde el primer trimestre de 2023. Las exportaciones también contribuyeron significativamente al crecimiento, aumentando un 9.6%.
A pesar de las altas tasas de interés, que se han implementado con el fin de combatir la inflación, el crecimiento del PIB ha superado el 2% en ocho de los últimos nueve trimestres. La inversión empresarial mostró un crecimiento modesto del 0.8%, aunque la inversión en equipos se expandió notablemente, alcanzando el 10.8%. Además, el gasto del gobierno federal tuvo un aumento importante del 8.9%, impulsado particularmente por un incremento del 13.9% en el gasto en defensa.
Sin embargo, a pesar de estos indicadores positivos, los votantes estadounidenses no mostraron una satisfacción general con el desempeño económico bajo la administración del presidente demócrata Joe Biden, eligiendo en las elecciones recientes regresar a Donald Trump a la Casa Blanca con un reparto de mayorías republicanas en el Congreso. La tasa de desempleo se situó en un 4.2%, un aumento respecto al mínimo histórico del 3.4% alcanzado en abril de 2023, y aunque la inflación ha disminuido desde su pico del 9.1% en 2022, sigue siendo un tema de preocupación, alcanzando un 2.7% el mes pasado.
En resumen, la economía estadounidense presenta indicadores de crecimiento sólido, pero la percepción pública y las preocupaciones sobre la inflación podrían influir en el futuro político y económico del país.