El asesinato del sacerdote Marcelo Pérez Pérez ha generado una reacción contundente por parte de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, que exige justicia y transparencia en la investigación para identificar y sancionar a los verdaderos culpables del crimen. La iglesia destaca la gravedad de la violencia en Chiapas, vinculando este acto violento con un contexto más amplio de impunidad y corrupción en la región.
El gobernador Rutilio Escandón Cadenas se comprometió a que se realizarán investigaciones exhaustivas y que ningún infractor quedará impune. Aseguró que se han movilizado recursos y esfuerzos desde distintas instancias gubernamentales para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.
La Diócesis ha recibido mensajes de solidaridad tanto a nivel nacional como internacional, lo que refleja la preocupación por la situación de violencia en el estado. Resaltan que, a pesar de estar consciente del peligro, el padre Pérez mantuvo su fe y su compromiso con su comunidad, lo que resalta la difícil situación que enfrentan muchos en Chiapas debido a la violencia desenfrenada.
La llamada a un "alto total a la violencia" y el reconocimiento de que este fenómeno es resultado de la impunidad y la corrupción son puntos clave en la declaración de la Diócesis, lo cual pone de manifiesto un contexto social que necesita urgente atención y acción por parte de las autoridades.