la brutalidad y el desprecio hacia las culturas indígenas, lo que llevó a actos de violencia y barbarie. Según él, la historia ha sido mal interpretada y simplificada, y es deber de los mexicanos reexaminar el legado de figuras como Cuauhtémoc, no solo como símbolos de resistencia, sino como víctimas de una conquista brutal que arrasó con una civilización rica y compleja.
El autor también destaca que el asesinato de Cuauhtémoc y la eliminación de otros líderes indígenas no fue solo un acto político, sino un intento deliberado de borrar la memoria y la historia de un pueblo que había existido durante siglos antes de la llegada de los españoles. A través de su libro y su labor de divulgación, Pablo Moctezuma Barragán busca restablecer la dignidad de los pueblos originarios y recuperar su lugar en la historia de México, resaltando su resistencia y el significado de su legado en la identidad nacional contemporánea.
En este contexto, la conmemoración del quinto centenario de la muerte de Cuauhtémoc se convierte en una oportunidad para reflexionar sobre el impacto de la colonización y la importancia de reconocer y reivindicar la historia de los pueblos indígenas, que sigue siendo relevante en la lucha por la igualdad y el reconocimiento en la sociedad mexicana actual.