Arte/Ver para creer El arte en la 4T: discrecionalidad en hermandad
El análisis presentado en el texto refleja críticas a la gestión de las artes visuales durante la administración de Andrés Manuel López Obrador y la relación entre los funcionarios de su gobierno y los sectores culturales. Se enfoca en el uso del término “hermandad” para describir la red de apoyo y complicidad entre los miembros de Morena, sugiriendo que esta dinámica puede haber llevado a la falta de transparencia y a decisiones tomadas sin criterios claros en la selección de funcionarios, así como en la gestión de proyectos culturales significativos.
La referencia al proyecto "Chapultepec: Naturaleza y Cultura" subraya las preocupaciones sobre la centralización del presupuesto en ciertas iniciativas, la elección de figuras sin la experiencia correspondiente para roles clave, y la manera en que la falta de competencia abierta permite relaciones informales de recomendación que pueden socavar la calidad y efectividad de la gestión cultural.
El texto critica a Mariana Munguía, quien, pese a su trayectoria en el ámbito neoliberal de las artes visuales, no cumplió con las expectativas en su rol en el INBAL y posteriormente fue promovida a otros puestos sin una adecuada rendición de cuentas. Esto genera interrogantes sobre la meritocracia y la gestión pública en el sector cultural, así como la influencia de la lealtad política por encima de la competencia profesional.
En este contexto, se abre un debate sobre cómo las decisiones en el ámbito cultural deberían estar fundamentadas en la transparencia, la profesionalización y el diálogo con especialistas, en lugar de depender de vínculos personales y lealtades políticas dentro de una “hermandad”.
Comentarios