El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, expresó su apoyo a la postura de la presidenta electa Claudia Sheinbaum sobre la decisión de no invitar al rey de España, Felipe VI, a su toma de posesión. Esta decisión surge como respuesta a la falta de respuesta de la monarquía española a una carta en la que se solicitaban disculpas a los pueblos originarios de México por las atrocidades cometidas durante la conquista.
López Obrador subrayó que considera esta postura de la presidenta electa como correcta y reafirmó su confianza en ella, calificando su elección como un avance positivo para el país. Señaló que hay un reconocimiento de las diferencias con la monarquía, pero no con el pueblo español, enfatizando que se hizo un llamado respetuoso que no fue atendido.
El mandatario también criticó la actitud "prepotente" de la monarquía y la falta de respuesta adecuada a la solicitud de disculpas, lo que, según él, refleja una falta de sensibilidad histórica. Propuso que se debe cambiar esta postura y trabajar en una narrativa histórica más inclusiva, alejándose de actitudes racistas. Además, aludió a la relación entre México y España, mencionando que muchos españoles que regresan a su país tras establecerse en México son conocidos como “indianos”, lo que refleja un vínculo cultural significativo.