La ex presidenta municipal de Múzquiz, Tania Vanessa Flores Guerra, ha solicitado un amparo y obtenido una suspensión provisional ante un juez, justo antes de que concluyera su administración. Esto se produce en el contexto de posibles acciones judiciales en su contra, aunque no está claro si la Fiscalía ha iniciado algún procedimiento formal. Además, ella y varios de sus colaboradores han buscado protegerse de medidas que podrían restringir su libertad, relacionadas con el juzgado de distrito que está considerando su situación legal.
Su gestión estuvo marcada por conflictos con el gobierno estatal, así como por denuncias de irregularidades, incluyendo la venta de maquinaria y el desvío de recursos. Los regidores del PRI y ex miembros de su partido argumentan que sus acciones tenían motivos políticos y que sus decisiones estaban alineadas con intereses personales, específicamente mencionando vínculos con empresas de su hermano. La ex secretaria del Ayuntamiento también ha hecho acusaciones graves en su contra, lo que ha puesto su administración y su conducta en el centro de un escándalo potencialmente mayor.