El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, ha destacado la gravedad de la situación tras la muerte de seis migrantes y las heridas a otros diez, resultantes de una acción militar en Chiapas. Cortés ha demandado una investigación inmediata y el castigo correspondiente para los responsables, enfatizando la necesidad de prevenir que actos como este se repitan. Su declaración evocó el entrelazado entre este trágico evento y la masacre de estudiantes en Tlatelolco de 1968, sugiriendo que ambos eventos deben ser recordados y analizados críticamente en la historia de México.
El incidente ocurrió cuando un grupo de soldados disparó contra un vehículo que circulaba a alta velocidad en una carretera, lo que resultó en la muerte de las seis personas migrantes, causadas por lo que se ha descrito como una aparente confusión. Este triste suceso vuelve a poner en el centro de la discusión pública el papel del ejército en labores de seguridad, especialmente en el marco de la reciente reforma constitucional que integra a la Guardia Nacional bajo el mando de la Secretaría de la Defensa.
Cortés Mendoza también hizo hincapié en la regulación del uso de armas de alto calibre por parte de las Fuerzas Armadas en las operaciones de seguridad pública, sugiriendo que tales acciones pueden llevar a tragedias como la que acaba de suceder. Así, el PAN ha tomado una postura clara ante los acontecimientos, llamando a la justicia y la reflexión sobre el uso de la fuerza por parte del estado.