Un error absoluto... pagar un millón de euros por gol
Contratar a Cristiano Ronaldo fue un absoluto error. Lo dije desde el primer día. Es un gran jugador, un campeón, pero demasiado caro. Ahora todo está en manos de la Juventus, que le paga un millón de euros por cada gol, disparó Cobolli, que suavizó las críticas contra Andrea Pirlo, el técnico del equipo.
Ronaldo no marcó goles ni en la ida ni en la vuelta ante el Porto. Eso no había sucedido en los octavos de final de la Champions League desde la 2017/18, cuando aún jugaba en el Real Madrid y se quedó en blanco en los dos partidos ante el Bayern, en la semifinal de ese año.
Al hacer un balance de lo ocurrido, fue un resultado merecido. Podemos separar los episodios ocurridos en los encuentros de ida y vuelta de su cruce de octavos de final y analizarlos con lupa, intentando hacernos creer que pudo haber terminado de otra forma: los Bianconeri obsequiaron dos goles al Porto en la ida, golpearon el travesaño en par de ocasiones en el encuentro del martes; y quizás, si Álvaro Morata, Adrien Rabiot y Cristiano Ronaldo hubiesen mostrado un poco más de concentración y coraje cuando Sérgio Oliveira cobró un tiro libre en la prórroga, no estuviesen leyendo esta columna al menos, no en marzo.
Por el contrario, los tres saltaron y voltearon al mismo tiempo, permitiendo que el balón se escurriera por debajo de la muralla, rodando por una esquina del arco escoltado por Wojciech Szczesny.
Con información de ESPN
Ronaldo no marcó goles ni en la ida ni en la vuelta ante el Porto. Eso no había sucedido en los octavos de final de la Champions League desde la 2017/18, cuando aún jugaba en el Real Madrid y se quedó en blanco en los dos partidos ante el Bayern, en la semifinal de ese año.
Al hacer un balance de lo ocurrido, fue un resultado merecido. Podemos separar los episodios ocurridos en los encuentros de ida y vuelta de su cruce de octavos de final y analizarlos con lupa, intentando hacernos creer que pudo haber terminado de otra forma: los Bianconeri obsequiaron dos goles al Porto en la ida, golpearon el travesaño en par de ocasiones en el encuentro del martes; y quizás, si Álvaro Morata, Adrien Rabiot y Cristiano Ronaldo hubiesen mostrado un poco más de concentración y coraje cuando Sérgio Oliveira cobró un tiro libre en la prórroga, no estuviesen leyendo esta columna al menos, no en marzo.
Por el contrario, los tres saltaron y voltearon al mismo tiempo, permitiendo que el balón se escurriera por debajo de la muralla, rodando por una esquina del arco escoltado por Wojciech Szczesny.
Con información de ESPN
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