Tupperware Brands, la icónica empresa conocida por su innovador sistema de almacenamiento de alimentos, ha solicitado protección por bancarrota, reflejando los desafíos financieros que ha enfrentado en los últimos años. A pesar de su histórica popularidad, especialmente durante el auge de las fiestas Tupperware en la década de 1950, la compañía ha visto una disminución constante en sus ventas desde 2018, en parte debido a la competencia creciente en el mercado.
Aunque experimentó un repunte de ventas al inicio de la pandemia por COVID-19, este crecimiento no fue suficiente para contrarrestar los problemas acumulados. A lo largo del último año, Tupperware ha buscado financiamiento adicional y ha advertido a sus inversores sobre los riesgos de continuar en el negocio y la posibilidad de ser excluida de la bolsa de Nueva York, donde sus acciones se han desplomado un 75% en 2023.
La empresa, con sede en Orlando, Florida, planea continuar operando mientras busca la aprobación judicial para llevar a cabo una venta, lo que sugiere que está buscando un camino para reestructurarse y posiblemente revitalizar su modelo de negocio. Sin embargo, el futuro de Tupperware queda en un incertidumbre considerable, marcado por los cambios en los hábitos de consumo, como la disminución de la preparación de comidas en casa y un aumento en frecuentar restaurantes.