Donald Trump está planificando una fuerte política antimigratoria para comenzar su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, según informes de CNN. El enfoque principal de esta estrategia será la construcción de grandes centros de detención para migrantes cerca de la frontera con México, donde se retendría a quienes no tengan estatus migratorio legal antes de su deportación. Trump ha prometido durante su campaña que deportará a millones de migrantes indocumentados si regresa a la Casa Blanca.
El equipo de Trump está considerando la posibilidad de emitir una orden ejecutiva que obligue a las autoridades a arrestar a indocumentados y enviarlos a estos centros de detención o a prisiones locales. También se menciona que el financiamiento podría provenir del Pentágono, a través de una declaración de "emergencia nacional".
En cuanto a su administración, Trump ha nombrado a Kristi Noem, exgobernadora de Dakota del Norte y conocida por su envío de tropas a la frontera para frenar la migración, para liderar el Departamento de Seguridad Interna (DHS). Por otro lado, el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) será dirigido por Tom Honan, quien ha manifestado la intención de llevar a cabo todas las deportaciones de extranjeros ilegales. Durante un evento reciente, Honan dirigió un mensaje a los migrantes indocumentados, instándolos a "empezar a hacer sus maletas".