El Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL) ha denunciado que miembros del Ejército mexicano y de la Guardia Nacional son responsables de la muerte de tres civiles en Nuevo Laredo, Tamaulipas, entre ellos una niña de ocho años. Según reportes, estas muertes ocurrieron en el contexto de una persecución de presuntos delincuentes el 11 y 12 de octubre.
El primer incidente involucró a Yuriccie Rivera Elizalde, una enfermera de 46 años, quien fue fatalmente herida en la cabeza mientras viajaba con su familia en una camioneta. Testigos afirmaron que los soldados comenzaron a disparar sin considerar la presencia de otras personas en la zona, y tras darse cuenta de las lesiones, los militares huyeron del lugar.
En el segundo incidente, en la persecución al vehículo de Lidia Galván Reséndiz y su nieta Lidia Iris Fuentes Galván, esta última resultó herida en la cabeza a consecuencia de disparos realizados por la Guardia Nacional. Se destaca que la niña intentaba protegerse al agacharse en el asiento delantero.
Estos hechos han levantado preocupación y repudio por parte de organizaciones de derechos humanos, quienes demandan responsabilidad por el uso indiscriminado de la fuerza en operaciones de seguridad, así como el respeto a la vida y seguridad de los civiles.