Pese a humillaciones y maltratos, en la natación artística el equipo mexicano peleará por medalla

El regreso del equipo mexicano de natación artística a los Juegos Olímpicos marca un hito significativo tras 28 años de ausencia. La última participación del equipo fue en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, y su retorno para París 2024 es el resultado de un trabajo prolongado y dedicado, así como de la capacidad de adaptación ante los nuevos métodos de calificación que han transformado el deporte.
El equipo mexicano está integrado por talentosas nadadoras que han demostrado su compromiso y esfuerzo para lograr esta meta olímpica. Con la nueva estructura de puntuación, que se inspira en conceptos utilizados en la gimnasia rítmica, artística y el patinaje sobre hielo, las competiciones ahora permiten una evaluación más objetiva. Cada equipo presenta una "coach card", donde establecen el nivel de dificultad de sus rutinas y detallan los movimientos que ejecutarán. Este enfoque innovador busca garantizar una mayor transparencia en las puntuaciones, lo cual es un cambio notable respecto a la subjetividad que antes caracterizaba a este deporte.
Adriana Loftus, la entrenadora del equipo, ha destacado que estas modificaciones han favorecido a naciones como México, que antes luchaban por competir en igualdad de condiciones. Ahora, la competencia se ha abierto y las probabilidades están más equilibradas, lo que aumenta las expectativas para el equipo en la cita parisina.
Las actividades del equipo en los Juegos Olímpicos comenzarán el 5 de agosto, donde presentarán su rutina técnica, seguida de la rutina libre y la acrobática en los días posteriores. El 7 de agosto se revelarán los equipos que ocuparán los lugares en el podio, marcando así un momento importante para la natación artística en México y la historia del deporte olímpico en el país.

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