Tom Homan, el exdirector interino de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) durante la administración de Donald Trump, reafirmó en una reciente conferencia de prensa que la principal prioridad de las autoridades migratorias es deportar a inmigrantes indocumentados con antecedentes penales y a criminales. Homan también reconoció que a menudo se producen arrestos y expulsiones "colaterales" durante las operaciones.
En su declaración, Homan presumió de que ha habido una disminución significativa en los intentos de cruzar la frontera de manera indocumentada desde el inicio de la presidencia de Trump. Aclaró que las prioridades se centran en aquellos que representan una amenaza para la seguridad pública, aunque en operativos como el realizado en Boston, donde se detuvieron a 370 personas, también ocurren arrestos de inmigrantes indocumentados que no eran el objetivo principal.
Explicó que en ciudades santuario, donde las autoridades locales se niegan a colaborar en las detenciones, los agentes migratorios siguen en la búsqueda de criminales que han sido liberados en esos entornos. Homan enfatizó que los agentes de inmigración no pueden ignorar la aplicación de la ley, incluso cuando se encuentran con personas en situación migratoria irregular.
No obstante, el exfuncionario evadió preguntas sobre la posibilidad de que el Servicio de Recaudación de Impuestos (IRS) comparta información con las autoridades migratorias sobre los inmigrantes indocumentados que cumplen con sus obligaciones tributarias. Homan concluyó destacando que las operaciones de detención continuarían, con un enfoque en los criminales señalados.